Microsoft y evolución Windows 11 y Windows 12

Microsoft planea dos actualizaciones completas para su producto Windows 11, mientras podemos vislumbrar el lanzamiento de Windows 12 para el año 2024.

Desde el fabricante informan que están trabajando en nuevas actualizaciones para Windows 11 que llegarán a los usuarios en el primer semestre del 2023. Aunque aún, con muy poca implantación comparado con su antecesor Windows 10, entre otras cosas por los exigentes requisitos del hardware, Microsoft sigue evolucionando su producto con clara intención de evolucionarlo y compatibilizarlo con su próximo Windows 12, como suponemos se llamará el producto en su lanzamiento.

Y en junio de este año 2022, se cumple un año desde el anuncio de Windows 11 que se supone iba a sustituir a Windows 10. Se supone no iban a actualizar desde dicho lanzamiento de forma severa el Windows 10, pero luego con diferentes actualizaciones han ido incorporando distintas modificaciones y novedades de su sucesor Windows 11.

Sin duda uno de los mayores cambmios entre ambas versiones de Windows, afectan al aspecto general del escritorio del usuario, pasando de la ya clásica alineación izquierda de la barra de tareas, a una alineación centrada más típica de otros fabricantes de la competencia. También se incorporan iconos y ventanas redondeadas además de barra de búsqueda en otro formato y posición.

En todo caso, la actualización desde Windows 10 a Windows 11, sobre todo a nivel empresarial, es casi anecdótica por el momento, salvo en grandes compañías donde el coste no es un problema. Aunque a nivel de recursos, cualquier equipo que funcione con Windows 10 puede trabajar con Windows 11 sin grandes diferencias, la exigencia estándar  hace que casi la mitad de los equipos empresariales no sean compatibles, siendo el parque español que no tiene costumbre en invertir mucho en tecnología, uno de los grandes afectados dentro de Europa.

Para evitar esta problemática, Microsoft anunció en su día que permitirá que Windows 11 se instale en ordenadores no compatibles, siempre que el proceso de instalación se realice partiendo de cero con una imagen ISO. Esta opción descartaría la facilidad y comodidad que permitió hacer la transición desde Windows 7 a Windows 10 como un proceso de actualización directo.

Debido a la complejidad técnica en algunos casos y a la falta de presupuestos para evolucionar rápidamente el parque informático, muchas empresas se quedan por el momento con Windows 10, dado que el soporte de actualizaciones críticas continuará hasta el 2025.